El trabajo lo presentó Susan Fiske, la investigadora que dirigió el trabajo, durante la reunión de la Asociación Americana (estadounidense) para el Avance de la Ciencia en Chicago.
El equipo dirigido por la doctora Fiske mostró imágenes de mujeres y hombres con poca ropa a 21 hombres heterosexuales voluntarios y registró, mediante un escáner cerebral, qué áreas del cerebro se activaban al ver cada una de las imágenes. Además, los científicos realizaron a los voluntarios un cuestionario para conocer el grado de sexismo que tenían los cobayas humanas.
Según declaró Fiske al diario británico The Times, "cuando los hombres tienen fotografías o posters de mujeres en el lugar de trabajo, es muy complicado para ellos no pensar en sus compañeras de trabajo en los mismos términos que en las mujeres del poster" (esto es: como objetos).
La idea sugiere que la presencia de este tipo de imágenes en los lugares de trabajo podría influir en la manera en la que ciertos hombres interactúan con sus colegas mujeres y podría promover discriminación sexual. La investigadora señaló que no han realizado el mismo estudio con mujeres y asegura que es difícil predecir si ellas deshumanizarán a los hombres de la misma forma ante imágenes de varones con poca ropa.
El estudio no tomó en consideración si los implantes de silicona en las mamas –moneda corriente en la actualidad: hay familias que se los "obsequian" a sus hijas adolescentes– contribuyen de algún modo a esta cosificación de la hembra humana.
* Fuente: www.periodistadigital.com
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