Pedimento siempre refulgente,
ocaso que no fallece y se pierde en la distención.
Hice caso omiso a tu ardid,
oh hécate infame
tus diatribas,
las piruetas calculadas.
el escondrijo preciso
fachada prolija.
En los círculos del vacío pereces,
allí agazapado tras el sarcasmo insulso,
das rienda suelta a tus pasiones imprecisas.
4 comentarios:
Sin mucho qué comentar.
Saludos
cuidado con todo aquello que se esconde tras el sarcasmo, suele dar sorpresas
un saludo
Paz , cuan dulde paz ......
Sí...acordado
Químeras sin retorno, falacias estropeadas...Un poco de paz acompañada de jazmín.
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