viernes, 15 de agosto de 2008

¿La verdad puede ser inequívoca?


¿Somos los que vemos, seremos lo que nos recreamos de nosotros mismos, o vivimos en una multiplicidad de reflejos que intentamos proyectar en el mundo de la imagen?


En un mundo carente de complejidades meramente formales, esclavo de la imagen que proyectas, por medio de una carcasa ataviada con lo que te dictamina como correcto una sociedad cada vez más en crisis.
Has pensado si la verdad es relativa según la percepción de quien se atreva a considerarla o relatarla, o varía conforme el receptor que la aprecia según su aprehensión moral y su escala de valores personales.


Podríamos disertar en torno a ello por horas, algunos textos señalan que la verdad os haría libres, en nuestra convulsión postmoderna se asevera que si somos completamente abiertos en nuestras verdades y experiencias, podríamos caer en lo que llamo un sincericidio donde el interlocutor de la historia podría quedar bastante mal delante de quienes se rodea. Otra postura no menos desdeñable o certera que la anterior, plantea que se recurre a la mentira para mantener la atención de una persona y no perderla/o.


Ahora bien, me pregunto ciertamente no podemos vivir en un mundo de blancos y negros, no obstante si mientes en repetidas ocasiones, puedes caer en la obsesión de ser un mentiroso compulsivo. Y si eres completamente sincero podrías formar parte del paredón de la gente que no tiene tacto en decir las cosas, como se les denomina a las personas que se mantienen fieles a sus pensamientos.

Sin embargo, en este post quería puntualizar que los extremos pueden ser dañinos, es algo tangible. Aunque es relevante el hecho objetivo que si lo que escondes es tan difuso, si aquel a quien le escondes tus particularidades, no le permites proceder en su legítimo derecho de escojer si lo que mantienes en secreto puede afectar tu presente inmediato o el futuro próximo.
¿Acaso no estaríamos negándole el libre albeldrío a este individuo en su capacidad de escogencia en lo que quiere creer o no?.

Simplemente, como ser racional que carga a cuestas sus errores y sus aciertos en un determinado período de vida, no me averguenzo de lo que me ha llevado a ser lo que soy en la actualidad, no digo que me emulen porque soy un paradigma a seguir. Solamente pequeños ojos virtuales, en algún momento la mentira se va a hacer insostenible y en el momento en que menos lo creas el mundo elaborado por tus propias quimeras, puede ser demasiado que aguantar.

Reafirmo prefiero verdades dolorosas a mentiras que sólo retardan el desenlace final. Entre cielo y tierra no hay nada oculto >>>sí un cliché más...


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