sábado, 18 de abril de 2009

Cadencia




Inedulible el vértice del ángulo cóncavo,
la levadura en el oasis metálico.

El temblor incapturable,
la huella húmeda,
la seda quebrantada por la oruga falleciente.

El alquitrán de bronquios sueltos,
el contoneo de la experiencia,
la inacción del noviciado.

El hábito de la condena,
la libertad del cerrojo,
la soledad del acompañante.

El silencio en el bullicio de tu habitación,
la insania del periplo,
la calzada articulada en mi desuso.

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